Un gran aliado de la educación: la Realidad Aumentada
La Realidad Aumentada y Mixta se está abriendo paso a buen ritmo en nuestras vidas, destacando especialmente en la educación, dónde puede ser una potentísima herramienta de aprendizaje.
Pero, ¿estamos preparados? ¿sabemos realmente qué ventajas ofrece a profesores y estudiantes?
La realidad aumentada en la pedagogía
Como imagino que sabéis, la Realidad Aumentada puede definirse como aquella tecnología que permite añadir elementos virtuales a una imagen real que se visualiza a través de un dispositivo electrónico. Para ello, se suelen utilizar marcadores o códigos para que, al enfocarse en un dispositivo adaptado, proyecte una imagen virtual sobre una imagen real, creando así una realidad transformada. La realidad aumentada en la educación forma parte de lo que se denominan pedagogías emergentes.
Estas técnicas de enseñanza se definen como aquellas ideas pedagógicas que surgen en torno a las Tecnologías de la Información y que proponen nuevos enfoques educativos basados en la colaboración, la interacción, la creatividad y la innovación. El objetivo de la Realidad Aumentada en la educación es construir entornos con un alto grado de participación e interactividad, en los que el estudiante sea capaz de construir, diseñar, modificar, experimentar y participar mucho más activamente en el proceso de aprendizaje.
En este sentido, podemos destacar su capacidad para crear aulas interactivas o virtuales, que proporcionan una mayor inmersión a los estudiantes y aumentan su interés por la materia. Y, como no, y en este entorno incierto de covid enriquecer enormemente las clases online en las que el profesor y los compañeros no pueden estar presentes.
Integración de la realidad aumentada en la educación
La realidad aumentada es una tecnología relativamente joven. Hay múltiples ejemplos de su uso en el ámbito educativo, pero no hay duda de que tiene un potencial y recorrido enormes. Todavía queda mucho camino por recorrer para aprovechar esta tecnología en las aulas, pero ya existen numerosas formas de integrar la realidad aumentada en la educación.
Una de las formas más comunes de hacerlo es mediante marcadores en los libros de texto. Se suelen utilizar códigos que, al centrarse en el teléfono móvil, ofrecen hipervínculos a otra información complementaria. Por ejemplo, imagina crear un marcador en un mapa del mundo donde, dependiendo del continente en el que te centres, se ofrecerá información adicional sobre esa parte del planeta. ¡Las clases de geografía serían la caña!
Esta tecnología también es capaz de mejorar las habilidades de los estudiantes, ofreciendo información adicional. Imaginaos una aplicación que emplee la geolocalización para mostrar imágenes históricas de ciertos puntos de interés. Sí, ya existe, y se llama Historypin.
La Realidad Aumentada se presenta como un aliado fantástico del entorno educativo, dejando atrás horas y horas de toma de apuntes mientras el profesor no deja de hablar y explicar cosas. La inmersión que ofrece esta tecnología fomenta el interés y la participación algo que, como decía antes, cobra especialmente interés en un momento de cuarentenas en colegios, suspensión de clases presenciales… y que, además, es implementable en todos los niveles, desde primaria a estudios universitarios.
En el caso de primaria contamos con una ventaja añadida, los niños y niñas se impresionan más fácilmente con este tipo de estímulos y, además, están muy acostumbrados a manejarse con las nuevas tecnologías. Los pequeños saben utilizar perfectamente un móvil, tableta o un ordenador y la Realidad Aumentada seguro que les cautivará y ésta podrá captar su atención gracias al factor sorpresa de crear entornos interactivos que promuevan un aprendizaje basado en la experimentación.
Os recomiendo que le echéis un ojo a Quivervision. Una aplicación para colorear dibujos como los de siempre, salvo que tiene sorpresa. ¡Esos dibujos cobran vida saliendo del papel!
O 3DUPlay, unas alfombras interacticas que permiten a los niños moverse por la ciudad, el zoo…
Para los mayores, la Realidad Aumentada puede ser realmente útil en asignaturas de ciencias como Matemáticas, Biología, Física, Química… ¿Os imagináis en clase de Biología ver cómo son las células y cómo funcionan gracias a la Realidad Aumentada?
En el resto de asignaturas también tiene cabida, con un enfoque más teórico, ofreciendo información adicional de autores, monumentos, acontecimientos históricos…
El MIT, por ejemplo, ha diseñado varias aplicaciones de Realidad Aumentada en exteriores como ‘detectives ambientales’ para animar a los estudiantes a investigar su entorno. O maravillosas experiencias en museos.
Por recapitular y terminar, la Realidad Aumentada puede jugar un excelente papel en la educación:
- Ofrece una experiencia más emocional e inmersiva.
- Atrae la atención y el interés.
- Facilita el aprendizaje y la transmisión de conceptos.
- Aumenta la motivación y hace que las clases sean más agradables e interesantes.
- Fomenta la participación gracias a la interactividad.
- Rompe la tradicional monotonía ofreciendo múltiples incentivos para aprender.
- Permite explotar los temas de estudio al máximo y su realidad más cercana desde otra perspectiva.
- Prepara a los estudiantes para un mundo digital.
Pero toca hacer deberes para no caer en un aprendizaje perezoso esperando que la tecnología nos de la solución y dejemos a un lado el aprendizaje y asimilación de conceptos, y también para que no sea visto como algo lúdico y recreativo.
Sin duda un reto para los docentes que han de adaptarse y formarse en nuevos métodos pedagógicos. Porque ya no vale seguir haciendo lo mismo año tras año.
Otro reto es el coste y recursos. Preparación y adaptaciones de materiales, requisitos técnicos… y mentales. Porque, casualmente, el teléfono móvil se convierte en el compañero de viaje y herramienta de trabajo.
